martes, 23 de enero de 2018

El plástico de nuestros mares

¿HAY ALGUIEN QUE SE CREA TODAVÍA QUE TODO LO QUE TIRAMOS AL MAR DESAPARECE SIN MÁS?

Los plásticos son polímeros químicamente muy estables. Depende del tipo pueden tardar entre 100 y 1.000 años en desintegrarse. 
Como material es frágil y por la erosión del mar y el sol se va rompiendo hasta minúsculos fragmentos: micro plástico. La vida moderna es, en buena medida, una vida de plástico. Este material sintético está presente en casi todo: recipientes alimentarios, juguetes, ordenadores, muebles, edificios, vehículos, embarcaciones, material hospitalario, electrodomésticos... No obstante, lo que no sabe mucha gente es que la mayoría de plásticos, a pesar de su aspecto inocente, pueden contener y liberar sustancias muy tóxicas. La composición de muchos de ellos es un secreto industrial...y se calculan más de 80.000 tipos registrados, la mayoría protegidos por patentes que convierten su composición en un secreto industrial.

MUCHOS ADITIVOS DEL PLÁSTICO SON MUY PELIGROSOS PARA LA SALUD AÚN EN MUY BAJAS CONCENTRACIONES.

En su lenta desintegración química, los plásticos van liberando sustancias muy tóxicas en los mares, ríos y lagos (bisfenol A, ftalatos...), que van fijándose en la fauna y flora de estos hábitats a través del agua que ingieren, respiran y filtran. Como el animal humano es el último eslabón de la cadena trófica, esas sustancias nos llegan cuantitativamente aumentadas.
Gigantescas islas de plástico

¿Cómo surge el plástico en la industria? 

Años después de la invención del celuloide y la baquelita, fue en 1926 cuando un químico, Waldo Semon, desarrolló definitivamente el PVC (cloruro de polivinilo), un material impermeable y resistente al fuego, ideal para numerosas aplicaciones que a día de hoy siguen resultando indispensables en nuestra vida diaria (como tubos de cañería). 

Otros de los plásticos más usados y conocidos, fueron elaborados por primera vez durante los años 30, como son el polietileno, el poliestireno y el nylon, seguidos veinte años después por el polipropileno.

En la actualidad, el plástico que se ha desarrollado con mayor intensidad es el tereftalato de polietileno (PET), cuya aplicación principal es el envasado de productos alimentarios. Las botellas de agua y bebidas refrescantes edulcoradas son típicamente PET.

Tras años de utilizar los plásticos en instalaciones, piezas, mobiliario, artes de pesca y otros objetos perdurables, comienza a utilizarse este material, cada vez más económico y fácil de manipular, para fabricar todo tipo de útiles "de usar y tirar": bolsas, platos, vasos y cubiertos, botellas, garrafas, bastoncillos higiénicos, bandejas y recipientes para alimentos envasados, envoltorio film...envases para artículos de higiene, cosmética y limpieza...infinidad de objetos desechables a muy corto plazo. 

... HAY 10.000 VECES MÁS PLÁSTICO EN EL MAR QUE VIDA MARINA.

Boyan Slat es un científico holandés de 23 años que ha investigado sobre cómo limpiar el mar de basura plástica de una forma eficiente y rentable para luego reciclar el plástico. 

Boyan se fijó en que en el mar del Pacífico hay una mancha de basura plástica del tamaño de Europa! La mayor parte de esa basura se concentra entre Hawái y California. El coste anual del daño que genera esa basura es de 13.000 millones de dólares al año.

En el mar hay 10.000 veces más plástico que vida marina. ¡Qué se dice pronto! Intentar atraparlo con barcos y redes costaría unos 79.000 años y decenas de trillones de dólares de coste. 

El invento de Boyan Slat consiste en una hilera de barreras flotantes en forma de V de tal manera que el plástico se queda arriba y los animales pueden pasar por debajo. Las corrientes marinas hacen que el plástico se acumule en el pico de la V y, cuando haya tanto plástico que se pueda caminar sobre él, será el momento de recogerlo y llevarlo a plantas de reciclaje. 

Con 100Km de barrera se podría limpiar la mitad de la gran mancha de plástico del Pacífico en 10 años!!! A mediados de este año 2017 se empezarán las pruebas con 2Km de barrera. Si todo sale bien, se empezará la mayor operación de limpieza de la historia en el año 2020.

PERO NOSOTROS PODEMOS AYUDAR A BOYAN RECICLANDO Y RECOGIENDO TODOS AQUELLOS PLÁSTICOS QUE VEAMOS TIRADOS POR LA CALLE, EL CAMPO, EL MONTE, LA COSTA, EL RÍO...Y DEPOSITÁNDOLOS EN EL CONTENEDOR AMARILLO O PUNTO LIMPIO MÁS CERCANO, CON LA AYUDA DE TODOS, PODRÍAMOS LIMPIAR EL OCÉANO ANTES. 
EL CONSUMO NO TERMINA CUANDO HEMOS UTILIZADO EL PRODUCTO, SINO CUANDO LLEVAMOS EL ENVASE A UN PUNTO LIMPIO.

Un 20% son residuos que provienen del mar (de embarcaciones y plataformas); el resto 80% proviene de tierra, de los desperdicios abandonados en playas y rocas...de los colectores ilegales que drenan todo tipo de basuras al mar y los ríos, y de las riadas costeras que arrastran de todo. Pero con las tormentas, las marejadas, el oleaje...las riadas...esos materiales recorren un trasiego vicioso mar-tierra, tierra-mar, que puede llevar todas esas cosas que flotan a unas distancias increíbles.

La administración lo sabe y no tiene más remedio que admitirlo: no puede con este problema cada vez mayor (aunque seguramente podría hacer mucho más), y es precisa la ayuda ciudadana para poco a poco ir aliviando una situación realmente alarmante.
Para cortar ese ciclo vicioso no hay otra solución que recoger, embolsar y reciclar todos esos plásticos y micro plásticos desde tierra, y sobretodo educarse y concienciarse para practicar aquello de "mantén limpio tu entorno".

Los mares son uno de los puntos más vulnerables de la contaminación. La lamentable consecuencia es la ‘plastificación’ de los océanos, apuntan fuentes de Surfrider Foundation Europe (ONG europea para la protección de los océanos). Se calcula que cerca de 270.000 toneladas de plástico flotan en las aguas, pero lo peor es que el 90% del plástico marino se acaba convirtiendo en micro partículas, con un tamaño menor a los 4,75 milímetros, y pasa a formar parte de la cadena alimentaria de las especies marinas. O sea, cetáceos, tortugas...millones de peces están ingiriendo plástico.

Una de las mejores formas de evitar esta invasión del plástico es cambiar los hábitos de consumo. En España, cada día se venden 51 millones de envases de bebidas de un solo uso, y cada persona usa un promedio de 133 bolsas de plástico al año frente a las 4 de Dinamarca. 

Por ello, no se trata solo de ir recogiendo bolsas flotando en los mares o depositadas en tierra. Lo ideal es que no haya más bolsas de usar y tirar en las tiendas, que es el objetivo de la campaña "Ban the Plastic Bag" (Prohíban las bolsas de plástico), impulsada por Ocean Iniciatives, un programa internacional de Surfrider Foundation Europe (con delegación en España), que desde hace 20 años reúne a miles de voluntarios de todo el mundo en torno a un objetivo común: luchar contra el aumento de las basuras marinas que contaminan océanos, lagos, ríos y fondos marinos. 

Finalmente, desde este medio, y con la iniciativa de "Rincón Ecológico de Peñíscola" os pedimos conciencia y voluntad para reciclar los desechables de vuestras compras y echar una mano para mantener limpia Peñíscola y su entorno natural.





Miguel Cervera  

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