El
pasado jueves, los concejales de La Roca nos reunimos con un grupo
nutrido de jóvenes que utilizan nuestras instalaciones deportivas
“las otras instalaciones deportivas”. En concreto la pista
de deporte del Blasón Junior y el gimnasio de la playa sur.
Estas
pistas municipales presentan un deterioro considerable y no son
funcionales. Es lo que sucede cuando no hay participación
ciudadana, tomando como único criterio el ya conocido ¿cuanto nos
va a costas la nueva cancha o el gimnasio y a quien se lo adjudicamos
que se porte bien?
Con
esta manera de hacer de la mayoría de Ayuntamientos regidos por la
Casta, los ciudadanos tienen cada vez peores servicios y sin
mantenimiento. Como podemos ver en las siguientes fotografías.
Las
principales deficiencias de la pista del Blasón, son principalmente
la falta de mantenimiento y la mala calidad de los materiales
con los que se construyó. Las quejas de los usuarios apuntan a que
tras los días de lluvia se forman charcos en la pista y queda
inservible durante días, los balones se escapan por la parte
superior de la cancha y por los agujeros que se han abierto en las
paredes, generando peligro para los viandantes y vehículos que
circulan por la calle de enfrente y los que están estacionados en el
aparcamiento.
Los
olores de la estación de bombeo empeoran la
situación y la sombra que daban los árboles que se talaron
ya no protege a los jugadores.
Entre
las mejoras que nos han solicitado se encuentra la colocación de
plantas aromáticas junto a la bomba y la reposición de la fuente
que se quitó. Tampoco disponen de bancos para sentarse ni
papeleras. El recinto también debería estar cerrado en la
parte superior por una malla o por un tejadillo.
Incluso
se ofrecieron a hacer las reparaciones ellos mismos si el
Ayuntamiento pone los medios.
En la
playa sur el gimnasio es más de lo mismo, todo está oxidado
o roto, los materiales otra vez no son los adecuados y la
funcionalidad del mobiliario no cumple la labor para el que en teoría
están previstos.
Tampoco
aquí se cuenta con una fuente que podría estar situada en la
Plaza Zaragoza. Las instalaciones están hechas un asco.
Los
jóvenes piden soluciones a sus necesidades, “prefieren hacer
deporte que ir a emborracharse por ahí” dicen, insinuando que
poca cosa más pueden hacer para divertirse.